HO'OPONOPONO

                               "LO SIENTO, PERDON, TE AMO, GRACIAS."

 Ho’oponopono significa “corregir un error” o “hacer lo correcto” en la lengua original de los hawaianos. El Ho’oponopono Auto-Identidad eres tu en comunicación con la Divinidad. Fue desarrollado por la Kahuna Morrnah Simeona que se lo enseñó al Dr. Ihaleakala Hew Len.
Al hacer Ho’oponopono pedimos a Dios, a la Divinidad, que limpie, y purifique el origen de nuestros problemas, que son los recuerdos, las memorias. De esta manera, neutralizamos la energía que asociamos a determinada persona, lugar o cosa. En el proceso esta energía es liberada y transmutada en pura luz por la Divinidad. Y dentro de nosotros el espacio vaciado es llenado por la luz de la Divinidad. Por lo que, en el Ho’oponopono no hay culpa, no es necesario revivir ningún sufrimiento, no importa saber el porqué del problema, ni su origen.
En el momento que sentimos algo incómodo en relación a una persona, lugar, acontecimiento o cosa, iniciamos el proceso de limpieza, pedimos a Dios: “Divinidad limpia en mí lo que está contribuyendo para este problema.” Entonces usamos las frases: “Lo siento mucho, Perdón, Te amo. Gracias”, varias veces.  Dejemos guiarnos por nuestra intuición.
Cuando decimos “Lo siento mucho” estamos reconociendo que algo (no importa saber qué) penetró en nuestro sistema cuerpo/mente. Deseamos el perdón interior. Al decir “Perdón”  no estamos pidiendo a Dios que nos perdone, estamos pidiendo a Dios que nos ayude a perdonarnos. “Te amo” transmuta la energía bloqueada (que es el problema) en energía fluyendo, nos vuelve a unir a la Divinidad. “Gracias”  es nuestra expresión de gratitud,  en que todo será resuelto para el bien mayor de todos los involucrados.
A partir de este momento lo que suceda después es determinado por la Divinidad,  podemos ser inspirados a hacer alguna acción, cualquiera que sea, o no. Si continuamos dudando, o sintiendo que el problema aún esta presente, persistimos en el proceso de limpieza y después, cuando estés completamente limpio, obtendrás la respuesta. Recuerda siempre que lo que  vemos de errado en el prójimo también puede estar en nosotros, todos somos Uno, por lo tanto, cuando nosotros sanamos, los otros también sanan. Asumamos esta responsabilidad.
No existe ninguna regla en relación al orden de las frases. Usamos la secuencia con la cual nos sintamos mejor, la que esté mas en sintonía con nuestro momento. Podemos continuar con las frases (o frase) por el tiempo que queramos. El cambio es notable, se los aseguro, a diario recibo muchos testimonios de todas las personas que lo practican.